Los medios estaban aguardando una ocasión como ésta. Podría haber sido en Madrid, o en Zaragoza, o en Valencia; ha sido en Barcelona, una vez más, pero no importa, en cuanto han olido que el movimiento da muestras de debilidad, han cargado las tintas como era de esperar. Los miembros del 15M han intentado evitar el acceso de los parlamentarios para que no votaran el brutal recorte de servicios públicos que se pretende perpetrar.
La Triple Alianza de PP-PSOE-CiU ha bramado reivindicando su "libertad" y su legitimidad salida de las urnas para negar la de los cientos de las miles de personas que bloqueaban la entrada de los diputados del parlamento catalán. El lenguaje usado por algunos políticos al referirse a los concentrados ha sido muy similiar al que usan cuando se refieren a ETA, hablando de si mismos como "los demócratas", reivindicando su libertad para ejercer la política, etc. Por lo visto, a la lideresa del PP de Cataluña, Alicia Sanchez Camacho, ya no le gusta el movimiento 15M. Ignoramos si alguna vez le gustó. Pero antes de valorar el discurso de este Eje del Mal, dejar claras un par de cosas:
Primero que ha habido algún conato de violencia con el que no podemos estar de acuerdo. La violencia en el actual estado de las cosas, y teniendo en cuenta la dificultades de organización del Movimiento 15M, solo beneficia al poder establecido. Queremos denunciar de la misma forma la presencia de infiltrados policiales, que en más de una ocasión animan a los alboratores e incluso inician los incidentes. Como muestran estas imágenes en las que los manifestantes descubren un grupo de alboratores con la cara tapada en muchos casos, que resultan ser policias infiltrados (presumiblemente Mossos). De obligada difusión:
Tampoco estamos de acuerdo con extender el rechazo y el desprecio a todos los políticos. Queremos una reforma de la política, de las formas de hacer política, queremos participación, democratizar los partidos y las instituciones... pero no estamos contra los partidos políticos per se. No despreciamos a "los políticos". No vamos a entrar en esa deriva apolítica destructiva. No tenemos ninguna duda que de los siete partidos del parlamento, ni mucho menos todos tienen la misma responsabilidad que el Eje, especialmente aquellos que votarán en contra de los recortes de Artur Mas. Y de la misma manera, abominamos del trato recibido por Cayo Lara en la concentración contra los desaolojos en Madrid. Muchos participantes de las acampadas eran militantes de partidos de izquierdas... que dejaron sus siglas en un cajón para unirse al movimiento según las condiciones del propio movimiento ¿podrían hacerlo hoy? Otro día tendremos que hablar de los colectivos políticos que operan bajo el "apoliticísmo" pero que tienen unas muy bien definidas ideas políticas.
Pero hecha la necesaria autocrítica al movimiento, hablemos de la legitimidad tan cacareada desde las tribunas de los parlamentos. "...ha habido 3.200.000 ciudadanos que han votado a esos representantes que han sido agredidos" decía Ramón Jáuregui, ministro de Presidencia, esta mañana.
Bien. Hablemos entonces de si esos partidos que tantos votos recibieron, llevaban en sus programas electorales el recorte de los servicios públicos, si prometieron destruir la sanidad pública y preparar el camino a su privatización. Ni el PP quiso plantearlo (aunque quiera hacerlo). ¿Que piensan estos personajes que saldría en un referéndum en el que se preguntara si el pueblo quiere recortar en sanidad, ecudación...? Todos lo sabemos. Hasta en la Italia de Berlusconi el pueblo a votado en referéndum NO a las medidas neoliberales.
Hablemos de la ley electoral que beneficia exageradamente a los partidos mayoritarios y castiga vilmente a los demás.
Hablemos de a qué intereses sirven los diferentes medios de comunicación. A qué interés político responden La Vanguardia, El País, El Mundo, TV3, Antena3, La Sexta... no por casualidad, a CiU, PSC, PP. Y hablemos de los medios de comunicación que responden a ERC, ICV-EUiA, Ciutadans, CUP... ninguno.
Una vez hayamos hablado de todo esto, entonces veamos quien tiene más legitimidad. Por un lado unos señores que una vez electos se tornan en pequeños dictadores que se desdicen de sus programas electorales y sacan de cajón secreto todo el plan para desmontar el estado del bienestar -que tan bien se afanaron en ocultar durante la campaña electoral. Y por otro lado, ciudadanos que reclaman honestidad, justicia y democracia, y que la reclaman con resistencia pasiva...Incluso a pesar de las actitudes con las que no estamos de acuerdo, la legitimidad es de los ciudadanos, de los indignados. Otro tema es si no nos va salir el tiro por la culata en estas acciones masivas, máxime cuando no hay una organización que pueda controlar a los provocadores.
Sabíamos que la criminalización tenía que llegar. Hubiera dado lo mismo que se hubiera tratado a los diputados con más educación. Hubiera dado lo mismo que no hubiera habido ningún spray de colores ni mondas de mandarina. Meterse directamente con ellos, sacudir su torre marfil, hacerles pasar vergüenza, obligar a que cojan helicópteros... es más de lo que determinada casta que se cree por encima del populacho puede soportar. Así que los motores de la brunete mediática han calentado y ha llegado el momento de satanizar al 15M, de desprestigiarlo. Y esto no es nada comparado con lo que vendrá cuando seamos peligrosos de verdad.
Todo va según lo planeado.
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